Josep Cañada

Presentación

Guinardó, Gràcia y la Barcelona Vella son barrios que configuran el marco geográfico de Josep Cañada. Allí se dan los contrastes máximos, las estructuras urbanas y humanas más sórdidas conviven con las más entrañables.

Si toda obra es la interpretación que el artista hace del mundo, no es casualidad que la obra de Josep Cañada refleje unas formas y texturas a menudo agresivas, pero nunca deshumanizadas.

El acceso de Josep Cañada al mundo del arte no ha sido fácil. A pesar de sus estudios en la Escuela de Artes y Oficios, es básicamente autodidacta, quizá por ello, cuando trabaja siempre investiga, y este espíritu de búsqueda lo lleva a experimentar con toda clase de materiales y técnicas. No debemos olvidar, de todas formas, que a menudo estos estímulos han venido dados por una falta de recursos.

A pesar de todo, jamás se ha dejado condicionar por la técnica, al contrario, ha sido siempre capaz de adaptarla a sus necesidades hasta convertirla casi en un juego. La utilización que hace de materiales y técnicas convencionales es siempre creativa en si misma.

Un óleo no tiene por que parecer un «óleo» ni un dibujo al aerógrafo debe convertirse en una exhibición de aerógrafo. Nunca técnica o medio «mandan» en su obra.

Trabajador infatigable va perfilando sus objetivos a base de «hacer». El progreso artístico le llegará siempre a través de la propia dialéctica del trabajo. Trabajo que origina «series» en las que encontramos piezas clave que nos permiten seguir la obra de Josep Cañada. Vemos como la figura va desapareciendo para dar paso a la abstracción y como se acentúa la tendencia al cromatismo austero con pequeños contrapuntos que vienen dados por colores vivos o formas geométricas que introducen el equilibrio dentro de un contexto aparentemente atormentado, con agujeros negros y trazos direccionales expansivos y agresivos.

Inquieto por naturaleza, comienza a interesarse por las nuevas tecnologías e introduce los medios digitales en su producción. De este periodo inicial es muy significativo su trabajo sobre el libro El proceso de Franz Kafka, que ilustra con más de 700 dibujos. En este campo además, explora la manipulación digital de la imagen fotográfica, a la que imprime un atrevido tratamiento pictórico.

La necesidad de ampliar su espacio vital le ha llevado a la Terra Alta donde descubre nuevos paisajes que influyen en su paleta, que se vuelve más austera y rigurosa, y da lugar a obras en las que experimenta con nuevas texturas y soportes.

También es notable su implicación en la difusión y promoción, en el ámbito de la comarca, tanto de su obra como la de otros artistas que han colaborado en proyectos como El abecedario de la Libertad de Corbera d’Ebre y Art al Ras, ruta escultórica a través de los caminos de la Terra Alta. En este terreno de dinamización cultural, cabe reseñar la organización de las bienales de arte de Corbera d’Ebre y la publicación de la revista de arte Mansanes i pataques.

Estamos en definitiva, delante de un mundo abierto y sugerente, el mundo de Josep Cañada. Nos toca ahora a nosotros establecer esta comunicación artista-espectador tan necesaria como enriquecedora. Ojalá que esto sea posible. Con ello todos saldremos ganando.

© 2011-2014 Josep Cañada